Hoy vengo a escribiros sobre un producto del cual me considero SÚPER FAN: el ALOE VERA
Es una
planta muy común en los patios de nuestras madres, abuelas, suegras o vecinas.
Para quien no sepa cuál es, os dejo una imagen:
Bien, ésta
planta tiene miles de propiedades y usos, pero yo quiero hablaros de sus
propiedades y usos para la piel.
Antes que
nada debo avisaros que por lo que sé, no se debe usar el Aloe antes de que le
haya salido la flor, sólo se corta y extrae el gel una vez haya salido la flor.
Pues bien, sigo; el Aloe Vera tiene propiedades antisépticas, bactericidas,
antiinflamatorias, hidratantes y rejuvenecedoras para la piel.
Entre sus
componentes:
Antraquinona ( propiedad antiséptica para prevenir infecciones)
Aloferon ( propiedades multiplicación de las células acelerando la
cicatrización)
Acemannan ( para la lucha contra virus, hongos y bacterias).
Por ello es
bueno para la dermatitis, hematomas, cortes, picaduras de insectos, quemaduras,
orzuelos, psoriasis, herpes…
En cosmética
se utiliza para el acné, como post-depilación, para el cuidado del pelo, el de
las uñas…
Es un
perfecto hidratante para pieles secas y sensibles
Regenerante
para reparar los tejidos y frenar el envejecimiento de la piel.
Antibacteriano
para el acné, los granitos, y regenera sus cicatrices.
Además tiene
un poderoso papel en la prevención y disminución de las estrías de la piel.
En mi caso
os hablaré para qué uso yo el Aloe vera, ya que soy una súper fan- fan de él.
Lo compro en
gel puro, el cual lo utilizo para el verano después de tomar el sol tanto si me
he chuscarrao o no, da una sensación de frescor maravillosa.
En las quemaduras de aceite en la cocina o alguna quemadura
de ese tipo también, es más, si lo aplico inmediatamente nunca llega a salir
ampolla. De hecho, os contaré la experiencia en casa en éste tema; hace años en el trabajo mi padre se quemó el abdomen con agua hirviendo, lo pasó fatal, era horrible la quemadura. Cuando ya pasó lo gordo, después de todas las curas y todo, el médico le aconsejó usar Aloe Vera. Pues bien, le dí el que yo usaba que os mostraré abajo, y en cuestión de pocas semanas la quemadura desapareció. Es decir, la piel regeneró de tal forma que no tiene ninguna marca, ninguna cicatriz ni nada de nada. No se le nota que ahí haya tenido una quemadura. De ahí que se quedó entre mis productos imprescindibles en casa.
También lo
uso para después de la depilación, tanto en cara como cuerpo entero. Para la
cara lo suelo mezclar en verano con un protector solar, y para el cuerpo a
veces lo incorporo a algún aceite o crema calmante o hidratante.
He leído que
también es bueno para depilarse con cuchilla, aplicar una capa de gel de aloe y
rasurar. Eso evita cortes y además estás hidratando y calmando la piel.
Es bueno
para los hombres después de afeitarse, como decía anteriormente para nosotras,
para ellos mejor todavía, eso evita que les salga granitos. Además pueden
usarlo en todo el cuerpo después de depilarse o rasurarse.
Para
cualquier herida poco profunda también lo suelo utilizar y me va muy bien.
A partir de
ahora empezaré a utilizarlo también en las estrías a ver que tal me va, porque
no había caído en el Aloe para ello. Así que ya os contaré.
Evidentemente
tiene muchos más usos, pero hasta ahora os hablo de los que utilizo yo, pero no
descarto ir incorporando el aloe a más utilidades porque como ya os digo es una
de las plantas que mejor me funcionan.
Os dejo una imagen del que yo utilizo, hay dos tipos, con alcohol y sin él. Yo siempre prefiero sin alcohol.
Espero que
os haya sido útil éste post, me gustaría que si tenéis alguna otra idea de para
qué utilizarlo lo comentéis para poder probarlo.



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